Un virus que impide supervisar los impulsos es detectado en un despacho de abogados que termina de librar de un cargo de asesinato a un inficionado. Con la construcción en cuarentena, se desata un auténtico averno en el interior. Mientras que, un empleado que termina de ser despedido y una clienta colérica van a deber pelear para llegar a la planta de ejecutivos, en un agobiado ascenso a contrarreloj.
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